jueves, 16 de abril de 2015










A UN HOMBRE DE GRAN NARIZ


Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado; 

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado. 

Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egipto,
Los doce tribus de narices era; 

Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.


Francisco de Quevedo y Villegas

No hay comentarios:

Publicar un comentario